La coenzima Q10 (ubiquinona), es una sustancia soluble en grasa que desempeña un papel único en la cadena de transporte de electrones, el proceso en la mitocondria donde se produce el ATP en la célula. ATP es el principal proveedor de energía del cuerpo. Co-enzima Q10 ayuda en la regeneración de ATP consumido, particularmente en las células que requieren una gran cantidad de energía, tales como el corazón, el músculo y las células del hígado. La coenzima Q10 es también un poderoso antioxidante. Gracias a que la co-enzima Q10 es soluble en grasa, se puede mover fácilmente por las membranas, donde se puede reducir la peroxidación de lípidos. En las lipoproteínas, la coenzima Q10 parece ser capaz de combatir la oxidación del colesterol LDL. Co-enzima Q10 está también implicado en la regeneración de la vitamina E y por lo tanto tiene un efecto de ahorro de vitamina E.
La coenzima Q10 puede ser producida en el cuerpo por el aminoácido tirosina. Sin embargo, la cantidad producida por el cuerpo es a menudo muy poca para un funcionamiento óptimo. Los niveles de la coenzima Q10 en órganos disminuyen con la edad y como resultado de enfermedades tales como cardiomiopatías y enfermedades musculares degenerativas.
La coenzima Q10 es liposoluble y por ello se logra una mejor absorción de una base de aceite.
INDICACIONES
- Insuficiencia cardiaca
- Cardiomiopatía
- Hipertensión
- Infarto cardíaco
- Arritmias
- Cirugía de bypass
- Parodontitis
- Inflamación de las encías
- Debilidad inmunológica
- Distrofia muscular
CONTRAINDICACIONES
EFECTOS SECUNDARIOS
INTERACCIONES
DOSIS
La dosis habitual de Q10 es de 50 a 100 mg de coenzima Q10 por día. En investigaciones científicas, una dosis de 100 mg es respetada generalmente, pero para los trastornos cardiacos graves esta dosis debe aumentarse a 300-400 mg al día. Lo coenzima Q10 es soluble en grasa y, para la disponibilidad biológica, es mejor si se toma la coenzima Q10 en una base de aceite (por ejemplo, en gel blando). La coenzima Q10 en una base de polvo no se absorbe tan fácilmente y, por lo tanto, deben determinarse dosis más altas.
Normalmente suele tardar un poco en evidenciarse los efectos clínicos de la coenzima Q10. Por ello, se recomienda el perseverar con su ingesta en el transcurso de, como mínimo, dos meses.