Los residuos orgánicos representan un gran porcentaje de los residuos que generamos en el mundo. Estos residuos pueden tener dos destinos totalmente diferentes, con consecuencias que nada tienen que ver entre ellas.
Hasta hace pocos años, los residuos orgánicos se llevaban a su eliminación, generando grandes cantidades de gases de efecto invernadero.
La acción del hombre está provocando un aumento de la temperatura global. Por esa razón, el efecto invernadero ha pasado de ser nuestro gran aliado a ser un riesgo para nuestra supervivencia.
El efecto invernadero no sólo tiene consecuencias en el planeta, también afecta directamente a la salud humana (escasez de alimentos y propagación de enfermedades y pandemias).
Aprovechando la gran cantidad de nutrientes que poseen los residuos orgánicos, y para evitar el efecto nocivo en la naturaleza y en la salud, existen otras alternativas mucho más sostenibles.
En lugar de transportar los residuos orgánicos a que sean eliminados, se puede optar por devolverlos al ciclo de la economía.
Por ello, nuestra cadena de producción se basa en la recuperación de residuos orgánicos: recogida, vertido, compostaje (proceso de transformación de la materia orgánica para obtener compost, un abono natural, el cual permite la continuidad del ciclo de vida) reciclaje y posterior reutilización.
Con nuestros productos, no sólo cuidas tu salud, también cuidas el planeta.
¡Un estilo de vida saludable y sostenible sí es posible con NUESTROS PRODUCTOS!
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